Además del incremento en el rendimiento, la compañía reportó ahorros significativos.
Además del incremento en el rendimiento, la compañía reportó ahorros significativos.

demostró que es posible cambiar los hábitos laborales y elevar la productividad reduciendo las horas de trabajo, incluso en países con culturas tan rígidas como la japonesa. En agosto de 2019, la compañía implementó una semana laboral de cuatro días en toda su división en Japón, y los resultados superaron ampliamente las expectativas en productividad y bienestar.

Pese a la reputación de Japón por su exigente cultura de trabajo, la firma tecnológica otorgó cinco viernes consecutivos libres a sus empleados, manteniendo el salario completo y sin exigir horas compensatorias. , el objetivo era “experimentar cómo se pueden obtener los mismos resultados con un 20 % menos de tiempo.

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La iniciativa buscaba optimizar procesos y eliminar tareas improductivas. ¿La principal? Las reuniones. Durante el experimento, su duración se redujo de 60 a 30 minutos, y muchas pasaron a realizarse de manera remota, lo que agilizó aún más los flujos de trabajo.

El impacto fue notable: la productividad, medida por ventas por empleado, aumentó un 39,9 % en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Además del incremento en el rendimiento, la compañía reportó ahorros significativos. El uso de papel disminuyó un 58,7 % y el consumo de energía cayó un 23,1 % frente a las cifras del mismo mes durante los tres años previos.

Con esta prueba, realizada antes de la pandemia, Microsoft dejó claro que trabajar menos horas, con apoyo tecnológico y mejor gestión del tiempo, puede traducirse en beneficios tangibles para las empresas y sus trabajadores.

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